Un conflicto con su pareja y el fallecimiento de su hija le llevaron a una depresión y le incapacitaron para continuar en su trabajo

Hacía frio. Pero yo creo que no ha sido solo el frio. Puede que la soledad acumulada haya podido más. En la Plaza de Colón se han celebrado muchas eucaristías masivas. Esa plaza le gusta mucho al PP., a las víctimas, a los papas, a Rouco, a la bandera de España. Allí murió Salva. Solo y fracasado con 57 años. A mí se me parte el alma. Pero eso ya no le sirve de nada a Salva.

Despacio. Muy despacio, rezo por Salva un Padre nuestro. ¿Le ayudará algo a Salva?

@ABC_Madrid”

Muere Salva

Conocido sintecho de la Plaza de Colón que no pudo hacer frente al frío

Vivía desde hace más de 8 años en las calles de Madrid, falleció la noche del 2 de enero donde dormía, en el recoveco que la Torre de Colón, C/ Génova 2. Una neumonía, unida al desgaste físico y psicológico de vivir en la calle, fue el detonante que puso fin a su historia. Salva era un madrileño de 57 años; como todas las personas que viven en la calle, llegó a ella después de sufrir una concatenación de hechos traumáticos: un conflicto personal con su pareja y el fallecimiento de su hija le llevaron a una depresión y le incapacitaron para continuar en su trabajo.

Un estudio norteamericano desarrolla la teoría de los 7 sucesos traumáticos: todos sufrimos una media de 3 o 4 sucesos traumáticos a lo largo de nuestra vida; las personas que viven una media de 7 u 8 sucesos traumáticos encadenados en 2-3 años, unido a la falta de apoyo social y familiar, provocan una situación de vulnerabilidad que puede llevar a una persona a vivir en la calle.

La Asociación Bokata, ONG que acompaña a personas en situación de calle, llevaba acompañando a Salva desde hacía años con visitas cada tres días. Salva contaba a los voluntarios que su primera noche fue en un banco bajo la bandera de España de la plaza de Colón.

Salió de casa una tarde, desanimado, abrumado por las deudas y la exigencia de su casero de desalojar la vivienda, sin saber qué hacer echó a andar. A media noche le entró sueño, vio a otro sintecho dormido en un banco y se puso en el contiguo. Pasados los días, volvió a su casa a recoger alguna cosa y desde entonces vivió en la calle.