Salmo LXVII

R/. Preparaste, oh Dios, casa para los pobres

Los justos se alegran,
gozan en la presencia de Dios,
rebosando de alegría.
Cantad a Dios, tocad en su honor;
su nombre es el Señor. R/.

Padre de huérfanos, protector de viudas,
Dios vive en su santa morada.
Dios prepara casa a los desvalidos,
libera a los cautivos y los enriquece. R/.

Derramaste en tu heredad, oh Dios, una lluvia copiosa,
aliviaste la tierra extenuada;
y tu rebaño habitó en la tierra
que tu bondad, oh Dios, preparó para los pobres. R/.

 

Preparaste, oh Dios, casa para los pobres

Señor, pero han llegados los “ocupas”

Padre de huérfanos, protector de viudas

¡No olvides tu oficio!

Que tu iglesia no olvide su oficio

Que nuestra fe no olvide nuestro oficio

Luis Alemán Mur