Cualquier gesto, cualquier novedad introducida por el Papa Francisco es observada con sorpresa y aplauso por la prensa de cualquier color, por los grupos vaticanistas y extra vaticanistas. Aunque diríase que con más entusiasmo por los extras que los intras. Desde los zapatos hasta el anillo, desde sus palabras hasta sus gestos. Juan XXIII tardó algo más en deslumbrar al mundo. El Papa Francisco ha arrollado desde su primera salida al balcón.

También en algunos grupos cristianos ha sembrado la inquietud. Y más de un gran cardenal debe o debería estar inquieto. Yo les recomendaría a esos cardenales que presentaran su dimisión irrevocable y se retiraran no a una villa romana sino a alguna misión del tercer mundo o convento para intentar recapacitar y morir en paz.

Comienza el baile. Algunos periodistas eclesiales buscan ya cobijarse bajo una mitra o larga cola cardenalicia. El Papa Francisco habrá cambiado los modos en su Curia, pero hasta que lleguen sus modos a los aledaños de las diócesis y comunidades cristianas queda mucho Espíritu Santo por venir.

Yo tengo miedo a que toda esta farándula de lo folklórico se quede en la corteza de la iglesia de Jesús. Enhorabuena al papa Francisco por los mensajes de Iglesia pobre para los pobres. El oro ni en los anillos, ni en los bolsillos. Que los pastores huelan a ovejas. Que no tengan miedo a la calle etc. Frases oportunas, necesarias y distintas a lo que se venía haciendo.

Pero ¿Se atreverá el Papa Francisco, o tendrá los conocimientos necesarios para la “interpretación global del cristianismo desde la experiencia de nuestra época: o sea, desde la Voz del Dios de la Creación iluminada por los conocimientos alcanzados en la Era de la Ciencia y en la Cultura Moderna?
Lo entrecomillado es de Javier Monserrat s.j

Más fácil: ¿Tiene ciencia y valor suficiente para diseñar la Iglesia Nueva que exigen los tiempos nuevos?

Solo a modo de ejemplo:

-¿La misión evangélica encomendada a la Iglesia es salvar a los hombres de un Infierno o ayudar al hombre a terminar su plenitud humana, y en consecuencia a la realización de una sociedad humana?

-La liturgia del perdón ¿es para pedir perdón a Dios por nuestras ofensas a él, o para pedirnos perdón unos a otros, y así crear paz?

-La llamada liturgia cristiana ¿es un ceremonial de ritos heredados del paganismo y judaísmo para sacralizar realidades, a veces inhumanas?

-La Eucaristía ¿es el ofrecimiento de una víctima sagrada sobre un altar para aplacar a un Dios ofendido?

-O ¿es la Eucaristía la reunión de hermanos alrededor de una mesa para comer una misma comida y alabar a un mismo Padre?

-La “misa dominical” ¿es la ocasión para aguantar el rutinario sermón de un cura, un obispo o un papa? o ¿la ocasión de comprender el mensaje de Jesús según el evangelio de ese día?

¿Por qué la juventud sana, creyente, que quiere ser cristiana no aguanta ni la misa, ni los bautizos, ni las primeras comuniones ni los confesionarios?

¿Por qué en algunos sitios se venden templos y se multiplican las mezquitas?

Señor papa Francisco, mi opinión es que mientras Vd. no consiga que la liturgia y en especial la eucaristía se alejen de lo pagano, de lo judío, de lo jurídico sus gestos serán bellos, convenientes, productivos, pero los templos seguirán vacíos o llenos de viejos que esperan morirse en gracia de Dios y así alcanzar la vida eterna.

Nota. Algunos dicen que Vd. como buen jesuita se formó en una espiritualidad interiorista e individualista y por eso nunca aprendió liturgia. Lo comentaremos la semana próxima.

Luis Alemán Mur