Un sacerdote y científico filipino desarrolla una vacuna gratuita para los pobres
El padre Nicanor Torres, dominico, también es biólogo molecular

Nicanor Austriaco Robles, es un sacerdote dominico filipino (y norteamericano), pero también científico. Biólogo molecular, por más señas. Y ha lanzado el proyecto ‘Pagasa’ (esperanza en tagalo), una vacuna contra el coronavirus “para los pobres”, gratuita y sin derechos farmacéuticos.

En una entrevista con Aleteia, el religioso está “tratando de desarrollar un sistema de administración de vacunas de levadura para COVID-19 que sería más barato y más fácil de implementar que las vacunas estándar disponibles en la actualidad”.

“Es una idea loca”, admite, “pero hay mucha investigación científica que sugiere que un sistema de administración de vacunas de levadura de este tipo podría funcionar”. El desarrollo de la vacuna ya ha comenzado, aunque, sin la suficiente financiación, pasarán muchos meses antes de que pueda ser una realidad.

 

Científico antes que sacerdote

“Encontré al Señor mientras completaba mi doctorado en Biología en el IMT en los Estados Unidos, así que primero fui científico antes de ser ordenado sacerdote. Es raro, pero no tiene por qué serlo”, explica Nicanor Robles, que se niega a considerar un castigo divino al coronavirus: “El mundo ha experimentado pandemias antes y volverá a experimentarlas. Las pandemias son parte del tejido de la historia”.

 

 

Defensor de las vacunas, agradece a los científicos “la capacidad de crear las vacunas COVID-19 en un tiempo récord”, y entiende que “ahora deberíamos usar estas vacunas para proteger a los ancianos y aquellos que son más vulnerables a las enfermedades para poner fin a la pandemia”. “Sin la vacuna, la gente seguirá enfermando y algunos seguirán muriendo, especialmente los ancianos”, sostiene.

¿Puede haber una vacuna para los pobres? El sacerdote y científico lo tiene claro: “Deberíamos poner a su disposición las vacunas COVID-19 sin costo alguno. Esto es tanto lo ético que debemos hacer, porque debemos proveer para los que no tienen, cómo lo científico que debemos hacer, porque los pobres a menudo viven en áreas densamente pobladas que tienden a albergar el virus. Si queremos erradicar el virus, entonces tenemos que vacunar a todos, especialmente a los más vulnerables”.

Su proyecto de vacuna cuenta con una pequeña subvención del Providence College, para alcanzar el objetivo de probar el sistema en ratones. “Si la vacuna funciona en animales, entonces tendría que explorar los próximos pasos. Sin patrocinadores ni donantes, y no los estoy buscando en este momento. Dios nos ha proporcionado suficientes fondos para comenzar la obra. Sé que Él proporcionará lo que necesitaremos más adelante si esto funciona”