El papa nombra a 13 nuevos cardenales y advierte del peligro de la corrupción



EFE Roma28 noviembre 2020

Entre los 13 nuevos nombramientos se encuentran el del arzobispo de Santiago de Chile, el español Celestino Aós

El papa Francisco nombró este sábado a trece nuevos cardenales, nueve de ellos que podrán participar en un cónclave, en una celebración con sólo un centenar de fieles distanciados debido a la pandemia, y en la que el pontífice les advirtió de “las tantas clases de corrupción en la vida sacerdotal”.

Entre los 13 nuevos cardenales se encuentran el arzobispo de Santiago de Chile, el español Celestino Aós, y el obispo emérito de San Cristóbal de las Casas (México), el mexicano Felipe Arizmedi Esquivel.

Francisco invitó en su homilía a los nuevos purpurados “a estar siempre vigilantes para permanecer” en el camino de Dios porque, añadió, “con los pies, con el cuerpo podemos estar con Él, pero nuestro corazón puede estar lejos y llevarnos fuera del camino“. También lamento a quien, “a veces, sin darse cuenta, usa al Señor para promoverse a sí mismo”.

“Pensemos a tantas clases de corrupción en la vida sacerdotal”, observó en un momento en el que un escándalo financiero salpicó al cardenal Angelo Becciu, lo que provocó que Francisco lo destituyese de su cargo y lo privase de sus derechos cardenalicios.

“Así, por ejemplo, el rojo púrpura del hábito cardenalicio, que es el color de la sangre, se puede convertir, por el espíritu mundano, en el de una distinción eminente”, dijo Francisco que añadió: “Y tú no serás el pastor cercano si sólo escuchas la palabra eminencia (como se les llama a los cardenales). Cuando oigan sólo esto estarán fuera del camino”.

Debido a la pandemia solo pocos familiares y amigos de los cardenales pudieron participar en la ceremonia y tampoco habrá las tradicionales visitas de cortesía que se organizaban tras el acto y por la situación sanitaria no pudieron llegar a Roma Cornelius Sim, vicario apostólico de Brunei, y José F. Advincula, arzobispo de Capiz (Filipinas).

Tampoco se permitió el tradicional abrazo entre los cardenales al final de la celebración.

Durante la ceremonia, los purpurados se acercaron al papa uno a uno, algunos con mascarilla y otros no, y se arrodillaron ante él y recibieron el anillo cardenalicio, “símbolo de su nuevo compromiso universal con la Iglesia”; la birreta cardenalicia, “roja en memoria de la sangre de los mártires que dieron su vida por defender su fe” y se les asignó una diaconía, una parroquia de la capital.

Entre los nuevos purpurados se encuentran el capuchino español Celestino Aós, que es arzobispo de Santiago de Chile desde diciembre de 2019 y que llegó a este país en 1983. Aós fue la apuesta del papa Francisco para la renovación del episcopado en este país tras la grave crisis abierta por los abusos en el seno de la Iglesia y el encubrimiento por parte de sus obispos.

Francisco también premia a México nombrando al obispo emérito de San Cristobal de las Casas (México), Felipe Arizmendi Esquivel, quien no podrá participar en un cónclave al haber superado los 80 años. Pero con esta nueva púrpura, México volverá a tener a siete cardenales tras el fallecimiento el 19 de agosto de 2019 de Sergio Obesa Rivera, obispo de Veracruz.

DEFENESTRADOS

Entre los nueve que serán creados cardenales y menores de 80 años se encuentran los dos nuevos miembros de la Curia, algo que es habitual tras su nombramiento: el prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, el arzobispo italiano Marcello Semeraro que sustituye al defenestrado por el papa, Angelo Becciu y el nuevo secretario general del Sínodo de los obispos, el maltés Mario Grech.

También serán creados cardenales el arzobispo de Kigali, en Ruanda, Antoine Kambnada, que se convertirá así en el primer “príncipe de la Iglesia” de este país tan golpeado por las guerras y la hambruna, y los italianos, el arzobispo de Siena (Italia), Paolo Giudice y al custodio el convento de Asís, Mauro Gambetti.

Entre los mayores de 80 años, ex nuncio y observador del Vaticano en la Naciones Unidas, Silvano Tomasi; al predicador de la Casa Pontificia, Raniero Cantalamessa y el ex director de Caritas de Roma y párroco del santuario del Divino Amore, de Roma, Enrico Feroci.

Mientras que el arzobispo de Washington, Wilton Gregory, originario del South Side de Chicago, se convirtió hoy en el primer purpurado afroamericano de la historia de la Iglesia.

Con este nuevo consistorio, el papa Francisco continúa su trabajo para diseñar la geografía del colegio cardenalicio con una mirada a aquellos países que no han tenido representación.

RENOVACIÓN

Con los nombramientos de hoy Francisco habrá creado un total de 101 cardenales, 73 de los cuales se encuentran actualmente entre los que tienen derecho a participar en un cónclave para la elección del nuevo pontífice.

El número total de cardenales electores, es decir con menos de 80 años, es ahora de 128, pero bajará a 121 en el espacio de un año porque siete cardenales alcanzarán el umbral de los 80 años.

Cabe señalar, que tres de los nuevos cardenales italianos nombrados hoy, Gambetti, Cantalamessa, Feroci, no son obispos, lo que es una elección inusual y que muestra la intención de Francisco de realmente premiar a todos los que lo merecen.

A nivel continental, la geografía del cónclave será de 17 cardenales de África; 16 de Asia; 24 de América Latina; 13 de América del Norte; 4 de Oceanía y 54 Europa.

Ahora los europeos representan el 41% del colegio electoral, hace siete años eran el 42%, mientras que los africanos son 14% respecto al 10% del pasado cónclave y los asiáticos y procedentes de Oceanía son el 16 por ciento, en comparación con el 10 % de 2013.

Pero además los cardenales de países pobres o en desarrollo (como Centroamérica y Sudamérica, Asia, Oceanía, África) pasan del 36,5 al 46%.

Con Bergoglio, países que nunca habían tenido un cardenal ahora tienen un representante. Además de los nombrados hoy de República Centroafricana, Brunei y Ruanda, en pasado creó purpurados de Haití, Dominica, Birmania, Panamá, Cabo Verde, Tonga, Bangladesh, Papúa Nueva Guinea, Malasia, Lesoto, Malí, Suecia y Laos, El Salvador y Luxemburgo.

EL PAPA SE GARANTIZA EL CONTROL DEL CÓNCLAVE PARA ELEGIR A SU SUCESOR

Con su séptimo consistorio desde su elección en el 2013, Francisco ha puesto su sello en un total de 101 cardenales


LA VANGUARDIA
ANNA BUJ | ROMA,   29/11/2020 ¡

El consistorio, como se le llama a la celebración religiosa para la creación de nuevos cardenales, fue más digital que nunca. Los nuevos príncipes de la Iglesia llevaban mascarilla y estaban separados entre ellos para prevenir los contagios. En la Basílica de San Pedro se instalaron pantallas para que participasen los que no pudieron asistir por las restricciones sanitarias. Normalmente los consistorios implican fiestas y aglomeraciones, misas y cenas para los nuevos purpurados y sus amigos, pero hasta se suspendieron tradicionales visitas de cortesía que se organizaban después del acto.

El papa Francisco creó ayer a 13 nuevos cardenales, 9 de ellos electores. La estrella fue el arzobispo de Washington, Wilton Gregory, que hace historia convirtiéndose el primer cardenal afroamericano el año en que las protestas raciales han sacudido EE.UU. También fue elevado a cardenal el italiano Marcello Semeraro, recientemente nombrado prefecto de la congregación para las Causas de los Santos en sustitución del cardenal Angelo Becciu, castigado por sus escándalos económicos. En la celebración el Pontífice advirtió de “las tantas clases de corrupción en la vida sacerdotal”.

Francisco sigue rediseñando los equilibrios de la elección del futuro papa

Con su séptimo consistorio desde su elección en el 2013, Francisco ha puesto su sello en un total de 101 cardenales, 73 de los cuales son menores de 80 años y por lo tanto tienen derecho a voto en un futuro cónclave que elegirá a su sucesor. Son muchos más que los 39 creados por Benedicto XVI y los 16 de Juan Pablo II que entrarán en la Capilla Sixtina, con lo que los cardenales elegidos por Francisco ya son mayoría y determinarán la elección del futuro pontífice. Aunque la votación de un papa es siempre imprevisible, no sería de extrañar que el sucesor del argentino comparta su visión pastoral y de doctrina de la Iglesia. En total desde ayer hay 128 purpurados electores, una cifra que en un año caerá a 121 porque siete de los cardenales superarán en doce meses el umbral de los 80 años.

De este modo, Francisco sigue rediseñando los equilibrios de la elección del futuro papa y adapta el perfil de la jerarquía eclesiástica a su concepción de la Iglesia. La mayoría de sus cardenales son hombres alejados a los círculos del poder de la curia, misioneros, en contacto con los pobres o preocupados por los migrantes. Al contrario de sus antecesores, el papa argentino reduce levemente el peso de Europa en el colegio electoral del cónclave. Hace siete años los europeos representaban el 42% de los electores, hoy el 41%. En cambio, aumenta el peso de los cardenales africanos 14% (10%), los que vienen de Asia y Oceanía suben del 10 al 16% y los americanos se mantienen en el 29%. El papa jesuita también da más responsabilidades a los purpurados que vienen de países pobres, que pasan del 36,5% al 46%.

Francisco, siempre con los ojos puestos en las periferias de la Iglesia, ha nombrado al primer cardenal de Brunei, el nuncio vaticano en este país, Cornelius Sim, que se tuvo que quedar en casa debido a las restricciones. Sí pudo viajar el nuevo cardenal de Ruanda, el arzobispo de Kigali, Antoine Kambanda, cuya familia fue masacrada durante el genocidio. Otro nuevo cardenal es el mexicano Felipe Arizmendi Esquivel, líder en la lucha por los derechos de los indígenas. La Iglesia de Francisco tiene ya su huella.