Salmo XXIII

R/. Esta es la generación que busca tu rostro, Señor.

Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos. R/.

¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes y puro corazón,
que no confía en los ídolos. R/.

Ese recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Este es el grupo que busca al Señor,
que busca tu rostro, Dios de Jacob. R/.

Esta es la generación que busca tu rostro, Señor.

Yo sí lo creo, Señor

Incluso creo que el solo buscarte ya es un modo de encontrarte.

Personalmente, no puedo presumir de haberte encontrado. Pero te busco tan intensamente que sufro la ilusión de haberte encontrado.

¿Quién puede subir al monte del Señor? ¿Quién puede estar en el recinto sacro?

¡No tengo manos inocentes ni corazón puro! Pero espero recibir tu bendición, dada tu inmensa misericordia. Amén, amén

Luis Alemán Mur