Frase evangélica: «Quien no toma su cruz y me sigue no es digno de mí»

1. Hoy hablamos más de seguimiento que de imitación, ya que no se trata de copiar materialmente a Jesús, sino de captar su persona, su palabra y su obra para traducirlas al momento presente. El seguimiento de Cristo es la base fundamental de la vida religiosa y de toda vida cristiana.

2. El Nuevo Testamento habla constantemente del seguimiento de Jesús que deben practicar sus discípulos; un seguimiento que incluye la donación total de la persona. Jesús invita a sus discípulos a seguirle hasta la muerte y la resurrección. Dicho de otra manera: la adhesión a Cristo es un acto personal que entraña una decisión pública, ya que atañe a la construcción del reino. Los evangelios sinópticos relatan los primeros seguimientos del Jesús histórico; Juan y Pablo describen el seguimiento del Cristo resucitado. En el fondo, lo que caracteriza al seguimiento es la praxis, el compromiso profundo y total, ya que lo característico del seguimiento está en la vida.

3. En el marco del itinerario de Jesús hacia Jerusalén, el seguimiento es la clave del discipulado. Siempre van unidos seguimiento, negación y cruz. Pero la negación y la cruz no tienen un sentido negativo. Negarse no es cerrarse, sino todo lo contrario: vencer al propio yo para abrirse a los demás. La cruz tampoco tiene sentido en sí misma; no es más que el precio que conlleva la entrega. Recordemos que la cruz era suplicio cruel y afrenta vergonzosa. Por consiguiente, la negación y la cruz -en cuanto actos positivos vitales- son criterios de discernimiento. De este modo, el discípulo se identifica con el Señor.

4. La opción personal por Cristo exige renunciar, entre otras cosas, a la familia y a uno mismo (en el sentido de que no hay que absolutizar ni divinizar nada que no sea Dios). Esa opción se basa en el amor a Dios y al prójimo -el mandamiento nuevo-, teniendo en cuenta que en el trabajo por el reino hay profetas y místicos que responden con una entrega radical, «justos» o «militantes» que hacen de su vida un servicio, y sencillos «ayudantes» que hacen lo que buenamente pueden…

REFLEXIÓN CRISTIANA:

¿Quiénes son hoy los seguidores de Jesús?

¿Por qué nos cuesta tanto seguir a Jesús?