Salmo XLVI

R/. Dios asciende entre aclamaciones;
el Señor, al son de trompetas

Pueblos todos, batid palmas,
aclamad a Dios con gritos de júbilo;
porque el Señor altísimo es terrible,
emperador de toda la tierra. R/.

Dios asciende entre aclamaciones;
el Señor, al son de trompetas:
tocad para Dios, tocad;
tocad para nuestro Rey, tocad. R/.

Porque Dios es el rey del mundo:
tocad con maestría.
Dios reina sobre las naciones,
Dios se sienta en su trono sagrado. R/.

Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas: tocad para Dios, tocad; tocad para nuestro Rey, tocad

En el Antiguo Testamento, sonaba muy bien este salmo. Este era el orgullo de Israel. No se podía desear más que identificar a su David con Yahvé.

En el Nuevo Testamento fue y es muy difícil siempre identificar el trono del Gólgota con el Rey del nuevo reino de Dios.

Luis Alemán Mur