Domingo 2º del Tiempo Ordinario – Ciclo A

Juan 1,29-34:

EN aquel tiempo, al ver Juan a Jesús que venía hacia él, exclamó:
«Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo dije: “Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo”. Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel».
Y Juan dio testimonio diciendo:
«He contemplado al Espíritu que bajaba del cielo como una paloma, y se posó sobre él.
Yo no lo conocía, pero el que me envió a bautizar con agua me dijo:
“Aquel sobre quien veas bajar el Espíritu y posarse sobre él, ese es el que bautiza con Espíritu Santo”.
Y yo lo he visto y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios».

Palabra del Señor

“Y yo lo he visto y he dado testimonio de que este es el Hijo de Dios”.

Conviene, o en algunos casos es imprescindible, un previo estudio de la historia de cómo se fraguó cada uno de los evangelios.

Del evangelio llamado de Juan hay que saber que un estudio literario de los escritos asignados a Juan, evidencia la intervención de diversos autores; En diferentes épocas y con diferentes intenciones.

De Juan el hijo del Zebedeo, excepto el nombre nos queda la pequeña comunidad cristiana originada por Juan. En general, los evangelios son posteriores a las comunidades cristianas.

La comunidad de Juan abarca desde el año 70 al 80. Una época muy dura. Esta comunidad cristiana es expulsada del seno del judaísmo. Fue un error serio el cometido por la mayoría de los primeros cristianos: creer que su fe en Jesús se podía vivir y compaginar con la antigua tradición vivida, el judaísmo. Al fin y al cabo no tenían otro templo para orar y otra sociedad para vivir. Los jefes del Templo los expulsaron originándoles una gran crisis.

«Este es el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es aquel de quien yo dije: “Tras de mí viene un hombre que está por delante de mí, porque existía antes que yo”. Yo no lo conocía, pero he salido a bautizar con agua, para que sea manifestado a Israel».

Sin perder de vista los textos de los sinópticos Juan intenta defender la Fe de los perseguidos creyentes en Jesús frente al mundo judío. Se suele decir que Juan escribe un evangelio glosado teológicamente.

Luis Alemán Mur