Salmo CXXI

R/. Vamos alegres a la casa del Señor.

V/. ¡Qué alegría cuando me dijeron:
«Vamos a la casa del Señor»!
Ya están pisando nuestros pies
tus umbrales, Jerusalén. R/.

V/. Allá suben las tribus,
las tribus del Señor,
según la costumbre de Israel,
a celebrar el nombre del Señor;
en ella están los tribunales de justicia,
en el palacio de David. R/.

V/. Desead la paz a Jerusalén:
«Vivan seguros los que te aman,
haya paz dentro de tus muros,
seguridad en tus palacios». R/.

V/. Por mis hermanos y compañeros,
voy a decir: «La paz contigo».
Por la casa del Señor,
nuestro Dios, te deseo todo bien. R/

¡Vamos a la casa del Señor!

Eso cantaban las tribus de Israel

¿No será ya más cierto que es el Señor quien viene a nuestra casa?

Por mis hermanos y compañeros, voy a decir: “La paz contigo”

¡Ya llega el Señor! La paz a vosotros, hermanos, amigos, ciudadanos.

Luis Alemán Mur