Desfacer entuertos en la Economía del Vaticano sin ser cardenal


Decididamente esta es una buena semana, cargada de noticias llenas de esperanza, por lo menos para un ingenuo buenista como tal vea sea yo. Tras el abrazo, una elección de Francisco. Elegir colaboradores ha sido su punto débil. Al año de ser papa ya escribí un artículo sobre su lema miserando atque eligendo. Allí expresaba mi preocupación sobre algunos nombramientos que acababa de hacer en la recién creada Secretaría para Economía. Lo del australiano Pell y el español Vallejo se ha demostrado un verdadero desastre. Y tras mucho tanteos, parece que Francisco ha encontrado la persona apropiada en un jesuita extremeño, nacido en Mérida.

La presentación de esta persona la podéis encontrar en Vaticans News. Pero a mí me ha parecido especialmente interesante la nota sobre él que ha enviado Elena Rodríguez-Avial, encargada de comunicación de la Compañia en España, del que extraigo lo que va a continuación.

  • La noticia de ayer

El Vaticano comunicó ayer el nombramiento del P. Juan Antonio Guerrero SJ como Prefecto de la Secretaría para la Economía de la Santa Sede. Empezará a desempeñar dicho servicio a partir del próximo mes de enero. Guerrero fue provincial de Castilla entre los años 2008 y 2014, y en la actualidad, desde 2017 es el delegado del P. General de la Compañía de Jesús para las casas y obras interprovinciales romanas. También es consejero del P. General.

  • Cerca de los pobres con Llanos y Díez-Alegría y, después, en Brasil y Mozambique.

En estos diversos desempeños, siempre ha tenido presente la llamada de los pobres. Lugares como Brasil, Mozambique o El Pozo del Tío Raimundo han dejado una huella en su sensibilidad y talante. Así se plasma en el libro «Vidas que sobran: los excluidos de un mundo en quiebra» (Sal Terrae, 2003) del que es coautor.

  • ¿Un cargo de cardenal en la curia sin ser obispo?

Ante la noticia de su nombramiento, el Padre General, Arturo Sosa SJ, ha manifestado la alegría de la Compañía de Jesús y su disponibilidad para el servicio al Santo Padre y a la Santa Sede. Aunque ha pedido al papa que permita al padre Guerrero desempeñar la labor de prefecto sin ser ordenado obispo, de modo que, cuando termine el tiempo de este servicio, pueda reincorporarse a su vida ordinaria como jesuita. [¿Estará pemando Arturo Sosa en él como un posible sucesor al frente de la Compañía? AD].Aunque el Motu Proprio «Fidelis Dispensator» establece que el prefecto para la secretaría de asuntos económicos sea un cardenal, sin embargo dicho requisito es flexible. Es lo que ya ocurre, por ejemplo, en el caso de la secretaría de comunicación, donde sobre el papel también se habla de que sea un cardenal quien esté al frente, pero el primer responsable fue un sacerdote y en este momento es un laico. [¿No sería mejor que estas personas fueran cardenales no obispos, abriendo el camino al colegio cardenalicio que elige al nuevo papa a simples sacerdotes, diáconos y laicos, hombres y mujeres? AD]

  • Este es el testimonio del actual provincial Antonio España:

«Su espontaneidad aparece cuando conversas con él. Resulta destacable su capacidad para detectar problemas y definirlos lo mejor posible. Tiene una gran disposición al diálogo y la escucha. También sabe cómo articular y exponer sus ideas de forma clara y firme. Por ello, precisamente la Compañía ha contado con él para el gobierno interno. Mantiene y cultiva la amistad de forma intensa con los más cercanos. Disfruta, sobre todo, con los encuentros espontáneos y sencillos donde no hace falta aparentar sino ser cada uno como es.

Es una persona preocupada por los avatares del mundo actual, sobre todo de los más pobres, del abandono de la fe en la sociedad occidental, del desgaste económico del individuo y del sufrimiento injusto de tantos pueblos en el mundo. Esto le ha formado un carácter que se deja sorprender por las culturas que visita, siempre dispuesto a aprender de ellas y a tratar de responder desde el Evangelio.

Es un hombre  prudente, discreto y sosegado al acometer diferentes decisiones. Además, en momentos delicados, ha afrontado con paz situaciones de incomprensión y disensión con el objetivo de buscar la unidad y la mejor solución para el problema.

Si hay un rasgo que unifica todo lo que podemos decir de Juan Antonio, es la lealtad y la fidelidad a la palabra dada. No dudo que en su nuevo puesto sabrá analizar la situación, dialogar con los equipos y poner en práctica las líneas estratégicas que determine el Papa…

Es capaz de reflexionar sobre la cultura, siempre pendiente de no contemporizar demasiado con el contexto que deje la fe descafeinada totalmente. Desde la filosofía, la economía o la teología ha tratado de profundizar y expresar su pensamiento, aunque su carrera intelectual quedó parada por los destinos que la Compañía le fue pidiendo. Dentro de sus estudios, destaca el valor de la corriente del comunitarismo, especialmente en Robert Bellah, Alasdair MacIntyre, Richard Sennet y Charles Taylor, que muestran la importancia del cuidado de los valores que se engendran y protegen dentro de la comunidad. De ahí que su pensamiento trate de conciliar el polo de la comunidad con el individuo, la tradición sana con la modernidad y la postmodernidad.

Dentro de sus lecturas favoritas encontramos a Hannah Arendt, una pensadora que trabajó y analizó el totalitarismo y las consecuencias morales para la humanidad. Sobre todo, en su proyecto de doctorado trató de mirar la “banalidad del mal”: “La triste realidad es que la mayoría del mal está causado por la gente que nunca se decide a ser buena o mala”. Junto con ello, el vaciamiento de la persona de nuestra sociedad consumista erosiona el valor de la libertad. “El desarrollo económico bajo ninguna condición puede conducir a la libertad o constituir una prueba para su existencia”.»