Un grupo de víctimas del Opus Dei se organiza para denunciar abusos en la Obra


Las víctimas del Opus Dei buscan claridad

“Preferimos no contestar”. Esta es la respuesta oficial del Opus Dei a la pregunta de RD: ‘¿Cuál es la respuesta de la Obra ante los abusos? ¿Han recibido denuncias? ¿Por qué la Obra no habló como tal tras la sentencia del caso Gaztelueta?’

Y ya que el Opus Dei no dice nada, un grupo de víctimas de abusos sexuales y psicológicos perpetrados e infringidos por miembros de la Prelatura del Opus Dei han decidido unirse y lanzar una dirección de correo electrónico abusosopusdei@gmail.com

El objetivo, según explican sus responsables a RD, sería “recabar, respetando siempre los deseos, si los hubiera, de anonimato de los denunciantes, el testimonio de personas que hayan sufrido cualquier tipo de abuso por parte de numerarios, supernumerarios y agregados de la Obra”.

Ataques virulentos contra las víctimas

“Teniendo en cuenta que prácticamente la totalidad de congregaciones, instituciones y corporaciones de la Iglesia Católica han empezado a hacer su trabajo en cuanto a la activación de cuentas de correo electrónico y números de teléfono de atención a sus víctimas de abusos y agresiones sexuales y que desde el Opus Dei no vemos más que silencio y desidia, cuando no ataques virulentos contra víctimas, como ha ocurrido contra el chico y su familia en el caso Gaztelueta, creemos oportuno activar este email, haciendo el trabajo que desde el Opus no hacen, para procurar ayuda, cercanía y empatía, en la medida de nuestras posibilidades, a todas estas personas, sometidas a un terrible ad perpetuum silencium por parte de la Prelatura”, sostienen sus responsables.

Desde el correo abusosopusdei@gmail.com, esperan poder encontrar no sólo nuevos casos, sino una fórmula para encontrarse, compartir experiencias y ayudarse mutuamente. No sólo son abusos sexuales a menores, nos explican, sino también de poder. El silencio de la Obra, que se ha hecho escandaloso tras la sentencia condenatoria a once años de prisión a un profesor del colegio Gaztelueta, obliga a que las víctimas alcen su voz, y exijan su espacio, también en el interior del Opus Dei, para hacer realidad la tan cacareada ‘tolerancia cero’ impulsada por el Papa Francisco.