Frase evangélica: «Dejándolo todo, le siguieron»

1. «Reconocer» significa volver a conocer o profundizar en el conocimiento. Ahora bien, hay un conocimiento superficial que no entraña compromiso, y hay un conocimiento bíblico o cristiano que entraña experiencia, conversión, compromiso. Sólo cabe anunciar el mensaje cristiano cuando se ha experimentado la fe en la propia vida, junto a los compañeros de brega.

2. En realidad, antes de conocer nosotros a Dios, Dios nos conoce a nosotros y nos invita a conocerle. El conocimiento de Dios pasa a través de Jesús de Nazaret. También Jesús (como Dios) lleva la iniciativa: llama, habla y enseña desde su pleno conocimiento del Padre. A Dios le conocemos a través de sus signos, que son siempre de magnanimidad («gran redada de peces» ) y de generosidad compartida («las dos barcas»).

3. Conocer a Dios requiere obediencia (remar), confianza (echar las redes) y vida en comunidad (contar con los compañeros). Pero el objetivo último es seguir a Jesús dejándolo todo: de este modo se participa en el ministerio cristiano. Naturalmente, debemos conocernos a nosotros mismos: nuestra limitación («no hemos cogido nada»), nuestra condición («soy un pecador») y la gratuidad con que se nos regala todo («asombro»).

REFLEXIÓN CRISTIANA:

¿Oímos la llamada de Dios a trabajar con los demás?

¿Nos reconocemos pecadores ante la santidad de Dios?

CASIANO FLORISTAN