Salmo XV

R/.Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti

El Señor es el lote de mi heredad y mi copa;
mi suerte está en tu mano.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré.

Por eso se me alegra el corazón,
se gozan mis entrañas,
y mi carne descansa serena.
Porque no me entregarás a la muerte,
ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción.

Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha. R/.

El Señor es el lote de mi heredad y mi copa;

Mi suerte está en tu mano

Este salmo evoca el recuerdo histórico del pueblo israelita al volver del exilio. Había que repartirse la tierra prometida. Había tensiones y hasta luchas entre las diferentes tribus. Tuvieron que recurrir a la suerte. Algún creyente acudía a la fe. Mi suerte está en tu mano

Me enseñarás el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia

Luis Alemán Mur