Rafael Alberti, el gran poeta del 27, no se le considera creyente ni se dedicó a darnos lecciones en asuntos de Iglesia. Acertó con unos versos famosos que se recuerdan estos días. Título: “Basílica de San Pedro”. Es un poemilla dirigido a la estatua medieval de san Pedro en bronce, situada y muy venerada en la nave derecha de la basílica.

 

Estatua medieval de san Pedro en bronce

 


 

 

Di, Jesucristo, ¿por qué me besan tanto los pies? Soy San Pedro, aquí sentado, en bronce inmovilizado, no puedo mirar de lado ni pegar un puntapié, pues tengo los pies gastados, como ves.

Haz un milagro, Señor. Déjame bajar al río, volver a ser pescador, que es lo mío.

Rafael Alberti