Salmo XXXIII

R/. Gustad y ved qué bueno es el Señor

Bendigo al Señor en todo momento,
su alabanza está siempre en mi boca;
mi alma se gloría en el Señor:
que los humildes lo escuchen y se alegren.

Todos sus santos, temed al Señor,
porque nada les falta a los que le temen;
los ricos empobrecen y pasan hambre,
los que buscan al Señor no carecen de nada.

Venid, hijos, escuchadme:
os instruiré en el temor del Señor. 
¿Hay alguien que ame la vida 
y desee días de prosperidad?

Guarda tu lengua del mal,
tus labios de la falsedad;
apártate del mal, obra el bien,
busca la paz y corre tras ella. R/.

Gustad y ved qué bueno es el Seño

Este salmo se repite varios domingos. Expresa la fe seria y profunda que ya existía en el Antiguo Testamento. Allí comienzan las raíces de la fe de aquel galileo llamado Jesús el de Nazaret.

“Guarda tu lengua del mal, tus labios de la falsedad; apártate del mal, obra el bien, busca la paz y corre tras ella”.

Guarda tu lengua del mal, tus labios de la falsedad. Antes de cualquier actividad: negocio, matrimonio, política, amistad etc. Deberíamos llevarnos este pensamiento. Nos iría mejor.

Luis Alemán Mur