Salmo LXXVII
R/. El Señor les dio un trigo celeste
Lo que oímos y aprendimos,
lo que nuestros padres nos contaron,
lo contaremos a la futura generación:
las alabanzas del Señor, su poder. R/.
Dio orden a las altas nubes,
abrió las compuertas del cielo:
hizo llover sobre ellos maná,
les dio un trigo celeste. R/.
Y el hombre comió pan de ángeles,
les mandó provisiones hasta la hartura.
Los hizo entrar por las santas fronteras,
hasta el monte que su diestra había adquirido. R/.
El Señor les dio un trigo celeste
Este trigo nos hace daño si no se reparte.
Lo que oímos y aprendimos, lo que nuestros padres nos contaron, lo contaremos a la futura generación: las alabanzas del Señor, su poder.
La mejor herencia que yo he recibido es la fe: ese trigo que da vida
¡Ojalá llegue a mis nietos!
A estas últimas horas de vida, no cuento mis dolores acumulados, sino el trigo que queda en mis manos para que recojan mi hijo y mis hijas.
Luis Alemán Mur