El “No” del Cardenal de las intrigas

“Se sabe que con este nuevo desaire al Papa sella su salida del selecto grupo de cardenales asesores, el C9”

Jaime Escobar


Como era previsible, el Cardenal Errázuriz, finalmente no va al Cónclave con el Papa Francisco para analizar en forma sincera, veraz y colegiada las salidas a la grave crisis que enfrenta la Iglesia chilena desde hace años. Puede que sea por la inauguración de su nueva casa en Las Lomas de las Condes con un coste de casi 1 millón de dólares. Y pensar que Jesús nunca fue propietario de nada…

Desde hace días se esperaba que oficialmente el Cardenal Francisco Javier Errázuriz, no asistiera a la serie de reuniones que tendrá el Santo Padre con los obispos de Chile. Lo que resulta impresentable son las razones que hoy esgrime el cuestionado purpurado: no hay habitación en Santa Marta, está cansado de las polémicas y que el Papa ya sabe lo que él piensa sobre estos asuntos… Estos argumentos retratan muy bien a este religioso de la Fraternidad Schoenstatt; no es sincero ni enfrenta las crisis como sí lo hizo durante toda su vida el Fundador de esa Orden Religiosa, el Venerado P. José Kentenich.

Pero este descortés no de Errázuriz al Papa tiene otras lecturas y no menores. En primer lugar, toda la Curia Vaticana sabe hoy que fue el “Cardenal chileno miembro del C9″ quién mantuvo, permanentemente, desinformado al mismísimo Papa de los graves casos de abusos sexuales y sus encubridores por años… En este contexto, cobra mayor gravedad aun el hecho de que son varios los actores de agresiones sexuales y varias las casas religiosas comprometidas en estos abusos y silencios cómplices.

En Chile, a nivel eclesial, todos nos conocemos y era vox populi que Errázuriz fue el primero en no aprobar la medida del Papa de enviar al Arzobispo Charles Scicluna a Chile para, precisamente, el tema de los abusos sexuales y las implicancias de encubrimiento del Obispo Juan Barros Madrid. Y que por esta razón llevan protestando los laicos y laicas de Osorno hace ya tres largos años.

Por estas razones y otras este Cardenal, previo al arribo al país de Scicluna y su asistente, deslizó variadas críticas por tal medida papal, eso sí en su estilo; desde las sombras, en forma encubierta y con apoyo -en ese momento- del Nuncio Ivo Scapolo. Esta reacción y acción del alto prelado era bien conocida en variados ambientes eclesiales de Santiago y por casi la totalidad de los clérigos que salieron de la Parroquia El Bosque en la época de gloria del P. Karadima.

Visto desde otra perspectiva es atingente que Errazuriz no participe de la ronda de reuniones que sostendrá Francisco con los obispos, es una señal clara de que ya no cuenta ni con la gran influencia de otrora ni con la credibilidad necesaria para defender nada de sus silencios e intrigas ante el propio Santo Padre y el colegio Episcopal. Además, Errázuriz sabe que con este nuevo desaire al Papa sella su salida, por fin, del selecto grupo de cardenales asesores papales conocido como C9.

Hoy, hace bien recordar, por el bien de la Iglesia y su decaída credibilidad ante la opinión pública mundial, que ha habido voces que sí se atrevieron a denunciar el doble juego de este encumbrado Cardenal que por una parte juraba fidelidad al pontífice romano y por otra, sembraba desconfianzas, silencios cómplices e intrigas al más puro estilo de su guía y protector; el Cardenal Angelo Sodano. (Ver: El “Factor Errázuriz” en www.reflexionyliberacion.cl).

Pero, como dice la Escritura, “nada permanecerá oculto”. Y, hoy vemos que de a poco se descorre el velo de la verdad desplazando ese manto perverso de la impunidad teñido y manejado desde un poder eclesiástico sin límites que debe ir desapareciendo por el bien de la propia Iglesia y en beneficio directo de la Misión evangelizadora de todo el Pueblo de Dios.

Quizás pronto podamos decir; Bendita la hora en que el Cardenal Errázuriz decidió no asistir a las históricas reuniones, que sostendrá el Papa Francisco y la Conferencia Episcopal de Chile. Esperamos que el Espíritu sople, vengan los cambios que todos esperamos y de esta forma nuestra Iglesia se acerque un poco más a lo que es el legado y testimonio de Jesús el Nazareno que nada tuvo… Solo su inconmensurable Fe en un Dios vivo que no castiga, sino que acoge y ama.