Salmo XLVI

R/. Dios asciende entre aclamaciones;
el Señor, al son de trompetas

Pueblos todos batid palmas,
aclamad a Dios con gritos de júbilo;
porque el Señor es sublime y terrible,
emperador de toda la tierra. R/.

Dios asciende entre aclamaciones;
el Señor, al son de trompetas;
tocad para Dios, tocad, 
tocad para nuestro Rey, tocad. R/.

Porque Dios es el rey del mundo;
tocad con maestría.
Dios reina sobre las naciones,
Dios se sienta en su trono sagrado. R/.

Dios asciende entre aclamaciones; el Señor, al son de trompetas

La religión que vivían los judíos estaba obsesionada, deslumbrada por un Iahvé triunfante. Lógico al vivirse en medio de un mundo pagano con dioses de cartón. Iahvé estaba siempre rodeado de ángeles. Por eso la fe cristiana fue un choque tan fuerte con un Jesús amigo de pobres y desvalidos.

Luis Alemán Mur