SOBRE LA RELIGIÓN. Alianza Editorial.

Xabier Zubiri Apalategi (San Sebastián, 4 de diciembre de 1898 – Madrid, 21 de septiembre de 1983), filósofo. Estudió en Lovaina, Madrid y Friburgo. Fue discípulo de Ortega y Gasset y, más tarde, de Heidegger. Impartió clases en la Universidad Complutense de Madrid y en la Universidad de Barcelona.

Zubiri imparte unas clases en 1968 con este título: “el problema de Dios en nuestros días” ¿podemos hoy seguir afirmándolo?

El problema de Dios no es hablar de la realidad de Dios. Esa realidad es inabarcable para el hombre que solo alcanza hasta donde le muestra su mirada, lo material. Todo cuanto hable de Dios es una especulación que se le escapa, de la que habla demasiado, pero nada sabe. Ante Dios es mejor callarse.

Aunque hoy se rechaza hablar directamente de Dios, porque la idea generalizada es que asusta a la autonomía del hombre, le reprime, le impide ser él mismo. Porque no se piensa en Dios, sino en un Dios concreto que el cristianismo ha ido forjando.

El problema de ¨Dios, aunque no se le admita directamente, sigue rondando. Se le ataca, se le rechaza, se critica a quien se atreve a hablar de Él. Ante Dios se sigue tomando una postura. Es lo que ha sucedido a lo largo de la historia. Zubiri expone 4 momentos paradigmáticos:

  1. El antiguo Israel, el problema de la impiedad, el hombre que no cumplía la ley.
  2. En tiempos de san Agustín el problema de la verdad reside en el interior del hombre.
  3. Edad Media el problema es el de la demostrabilidad racional de Dios.
  4. A partir de Kant es imposible la demostrabilidad racional de Dios, hay que tener una creencia.

Estos 4 momentos tenían en común el sentido de Dios para la vida del hombre, sin embargo en la actualidad el problema de Dios es algo que no afecta a la vida, no tiene sentido. Se trata de una muerte de Dios.

El problema de Dios se queda en la relación que cada uno tenemos con esa idea. El problema viene cuando queremos culpar a Dios de todos los males del mundo y de nuestros sufrimientos. Porque podemos negarlo o podemos hacernos fanáticos que encontramos en la idea de Dios un justificador del dolor y el sufrimiento humano.

A Dios solo podemos buscarlo desde el camino de nuestra plenitud y felicidad. Como nos dice Zubiri: El camino hacia Dios no ha de ser por el sufrimiento sino por el camino más difícil de la satisfacción y la felicidad. Porque la función de Dios no es ser aliviador de los dolores humanos. Procede de algo mucho más profundo.