EL PADRE WALTER FUE EJECUTADO A BALAS POR PANDILLEROS

Entierran al sacerdote asesinado el Jueves Santo en El Salvador

La diócesis a la que pertenecía el cura ha tildado el crimen de “sacrilegio”

Pedimos por la conversión de quienes obran el mal y exigimos a las autoridades el esclarecimiento de los hechos

El padre Walter Vásquez, asesinado por pandilleros el pasado jueves, fue enterrado hoy en su natal Lolotique entre una multitud que reclamó justicia y el fin de la violencia en El Salvador.

El padre Walter tenía 36 años de edad y nueve dedicados al sacerdocio, y su muerte generó una ola de indignación en una nación marcada justamente por los asesinatos del padre Rutilio Grande y Monseñor Óscar Arnulfo Romero.

Cientos de personas acompañaron al féretro del religioso, interceptado y ejecutado el Jueves Santo en un descampado conocido como La Casona, al parecer por negarse a colaborar con las ‘maras’ (pandillas).

La Diócesis de Santiago de María, en el departamento Usulután, condenó el crimen que calificó de “sacrilegio”. “Condenamos la violencia de todo tipo, de manera especial este hecho que sucede en el contexto de la Semana Santa, a pocas horas de que el padre Walter había renovado sus promesas sacerdotales”, dijo el comunicado.

La Arquidiocesis de San Salvador también condenó el homicidio. “Expresamos solidaridad a la Diócesis de Santiago de María y a sus familiares. Pedimos por la conversión de quienes obran el mal y exigimos a las autoridades el esclarecimiento de los hechos”, manifestaron.

Desde el pasado viernes decenas de ciudadanos, feligreses o no, hicieron fila ante el ataúd del Padre Walter, asesinado en una zona donde opera la famosa Mara Salvatrucha, aunque nadie se ha atribuído la autoría.

El sacerdote viajaba desde su parroquia en Mercedes Umaña a Lolotique para oficiar misa, cuando fue ultimado por encapuchados que dejaron escapar a dos jóvenes acólitos de Vásquez.

Por eso la Policía Nacional Civil maneja la hipótesis de que se trató de un atentado directo contra el párroco, aunque sin descartar al robo como móvil de un asesinato que evocó a los escuadrones de la muerte.

Vásquez es el primer sacerdote asesinados a manos de la delincuencia tras los Acuerdos de Paz de 1992, aunque existía el precedente de Grande, Romero y varios misioneros jesuítas españoles durante la guerra civil.

Por lo pronto, fuentes cercanas al padre Walter consideran que lo mataron por predicar contra la violencia de las pandillas, como antaño Romero fue asesinado por condenar la represión militar y de la oligarquía local.

(RD/PL)