Salmo XVIII

R/. Señor, tú tienes palabras de vida eterna

La ley del Señor es perfecta 
y es descanso del alma;
el precepto del Señor
es fiel e instruye al ignorante.

Los mandatos del Señor son rectos
y alegran el corazón;
la norma del Señor es límpida 
y da luz a los ojos.

La voluntad del Señor
es pura y eternamente estable;
los mandamientos del Señor son verdaderos

y enteramente justos.

Más preciosos que el oro,
más que el oro fino;
más dulces que la miel 
de un panal que destila.

Señor, tú tienes palabras de vida eterna.

Es bello. ¡Muy bello! Afirmar que la Palabra de Dios es eterna.

Pero cuidado con la visión judía que identifica Palabra de Dios con Ley. Han llegado a caer en sectas que adoran la ley y se olvidan de Dios. Y la ley puede separar de Dios.

Luis Alemán Mur