Salmo: Magnificat

Lc 1,46-48.49-50.53-54

R/. Me alegro con mi Dios

Proclama mi alma la grandeza del Señor, 
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; 
porque ha mirado la humillación de su esclava. 
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones.

Porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: 
su nombre es santo, 
y su misericordia llega a sus fieles 
de generación en generación.

A los hambrientos los colma de bienes 
y a los ricos los despide vacíos. 
Auxilia a Israel, su siervo, 
acordándose de la misericordia. R/.

Proclama mi alma la grandeza del Señor

Me alegro. Y mucho. Pero no lo entiendo. Veo tu grandeza cuando miro el firmamento. Pero me cuesta ver tu grandeza cuando se me impone mi pequeñez, cuando veo los millones de inmigrantes en las puertas de la creyente Europa llena de grandes iglesias. ¿Dónde está tu grandeza?

A los hambrientos los colma de bienes.

¡Se mueren de hambre mientras a muchos nos sobra! ¿Por qué no actúas? ¿Por qué nos aguantas?

Porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:

Sí, Señor. Por mí hiciste cosas grandes. Sin ruido. A la chita callando. A tu manera. Pero ya pienso más en los otros. ¡Demasiado frio, demasiados ahogados, demasiados niños con hambre!

                                                                                                        Luis Alemán Mur