Alejado como estoy del mundo burocrático del Vaticano, me entero de que el jesuita Teilhard de Chardin podría ser rehabilitado ahora. Me llevo las manos a la cabeza. ¿Pero es posible que tenga que ser ahora rehabilitado? Yo esperaba que el Vaticano lo subiría ya a los altares junto a Tomás de Aquino. Es verdad que recibió un ‘monitum’ (Un aviso maligno) del Santo Oficio en 1962. Criticado por sugerir que el ser humano es consecuencia de una evolución cuyo resultado tiene su meta final en Cristo.

Pero a Teilhard le tocó vivir en tiempos ya prehistóricos del Vaticano. Entonces mandaba: Alfredo Ottaviani (Roma, 29 de octubre de 1890. Ciudad del Vaticano, 3 de agosto de 1979) Cardenal y Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Secretario del Santo Oficio en la Curia Romana desde 1959 a 1966

13 dic. 1990, Ratzinger rinde homenaje al cardenal Ottaviani, contrario al Vaticano II. El cardenal Joseph Ratzinger conmemoró solemnemente en el Vaticano el centenario del nacimiento de Ottaviani, que fue opositor número uno a la renovación de la Iglesia católica encabezada por Juan XXIII

Como escribió el Washington Post en 1979, a su muerte:

“El Cardenal Ottaviani se opuso amargamente a los esfuerzos del Papa Juan XXIII al llamar al Concilio Vaticano II para modernizar la iglesia y fue el líder y estratega de las fuerzas más conservadoras de la iglesia una vez que el consejo se puso en marcha. […] Más de una vez el cardenal se enfrentó con los obispos progresistas del concilio en su oposición a las tendencias modernizadoras, como la de autorizar la misa en el lenguaje del pueblo o romper los siglos de separación entre católicos y otras iglesias cristianas.

Cuando la mayoría de las decisiones fueron en contra de él, usó su vasta influencia en la Curia Romana -el órgano administrativo central de la iglesia- para retrasar tanto como le fue posible el implementarlas. A veces esta táctica le salía por la culata. En 1967, ordenó que los católicos no se unieran a los protestantes en los servicios especiales de oración por la unidad de los cristianos, actividades que estaban dentro de las directrices establecidas por el Vaticano II. Muchos obispos ya habían dado su aprobación para tales servicios. El Papa Pablo VI se enteró de la controversia y derogó la orden del Cardenal Ottaviani. El cardenal Ottaviani se opuso a la decisión del concilio que permitía la traducción de la misa del latín al idioma del pueblo y en un momento dado, otorgo el apoyo de la curia a un sacerdote estadounidense que inició un movimiento para preservar la misa en latín”.

Ottaviani creó escuela con muchos seguidores. De él aprendieron personajes como Wojtyla. En otros sembró la duda y el miedo como en Montini (Pablo VI) Aún hoy conocemos Cardenales que padecen su enfermedad. No producen santos sino víctimas

Teilhard fue una víctima de los Ottaviani. Pero Dios utilizó a Teilhard para que a más de uno nos fuera más fácil creer y seguir rezando el Credo.

Luis Alemán Mur