Frase evangélica: «Pasa al banquete de tu Señor»

1. Para Mateo, la vigilancia no es una mera actitud moral o espiritual; es una fe, una fidelidad. Jesús inculca a sus discípulos que sean fieles. Por eso les previene de una infidelidad por mala conducta (parábola del empleado), por imprevisión (parábola de las vírgenes) o por pereza (parábola de los talentos).

2. La parábola de los talentos -que forma parte del quinto discurso de Mateo- va dirigida a los discípulos sobre la conducta y pensamiento de los fariseos, obsesionados por el legalismo de la norma, y de los escribas, caracterizados por su palabrería. Todos ellos temen a Dios y cumplen sus deberes con la justicia legal, pero esto es insuficiente. Se quejan del proceder del Señor. Los discípulos, en cambio, han de entender a Dios por el modo de actuar de Jesús. Se les invita a ser responsables.

3. El punto culminante de la parábola es el momento de rendir cuentas de los talentos recibidos, es decir, del amor efectivo hacia los hermanos necesitados. Aunque son tres los «empleados», sus actitudes se reducen a dos, como en el caso de los criados y de las vírgenes: 1) Los que arriesgan, ponen en circulación sus talentos y están al servicio del pueblo, son fieles y previsores. 2) Los que entierran sus talentos, no se exponen ni se comprometen y lo guardan todo para sí mismos, son insensatos y necios.

REFLEXIÓN CRISTIANA:

¿Nos damos cuenta de la responsabilidad que tenemos?

¿En qué empleamos nuestros talentos?