Salmo LXXXV
R/. Tú, Señor, eres bueno y clemente
Tú, Señor, eres bueno y clemente,
rico en misericordia, con los que te invocan.
Señor, escucha mi oración,
atiende la voz de mi súplica.
Todos los pueblos vendrán
a postrarse en tu presencia, Señor;
bendecirán tu nombre:
«Grande eres tú, y haces maravillas;
tú eres el único Dios.»
Pero tú, Señor, Dios clemente y misericordioso,
lento a la cólera, rico en piedad y leal,
mírame, ten compasión de mí. R/
Eres bueno y clemente. Todos los pueblos vendrán a postrarse en tu presencia, Señor
La fe del pueblo judío creyente se centra y resume en un Dios Bueno y Clemente.
¿Esa es nuestra fe? ¿O en un Dios que premia a los buenos y castiga a los malos?
Señor, Dios clemente y misericordioso, lento a la cólera, rico en piedad y leal
Esta fue la fe de Israel
Puede que la tétrica edad media, hiciera daño a la imagen del Dios de Israel y del Padre de Jesús
Luis Alemán Mur