“La extraña renuncia del papa Benedicto”

 

 


Alicia Delibes

 

“La extrema izquierda quiere que haya dos iglesias: la ‘buena’ de Bergoglio y la ‘mala’ de Ratzinger”

La extrema derecha cree en la iglesia de J.Pablo II y Ratzinger y critica con dureza e increíble ignorancia al papa Francisco.

 

En la historia reciente. No en los rumores u opiniones, consta que Ratzinger cuando aún era papa encargó a tres cardenales de su entera confianza la elaboración de un informe sobre la situación moral de la Curia. Los Cardenales fueron el español Julián Herranz (Opus Dei), el italiano Salvatore de Giorgi, vinculado a la Acción Católica y al expresidente de la conferencia episcopal italiana (CEI) Camilo Ruini, y el eslovaco Jozef Tomko. A este último se le consideró en su momento responsable del Sodalitium Pianum, una asociación secreta de agentes vaticanos.

 

Si no recuerdo mal el informe que se le entregó tenia 300 páginas encuadernadas en rojo y sin título. Se guardó en la caja fuerte del apartamento papal. Según parece, Benedicto XVI las entregó solo a su sucesor. De modo que, hasta la fecha, conocen su contenido únicamente él, sus autores, y Francisco. Y contenía tanta peste que Benedicto decidió retirarse. En el fondo: huir. No a un monasterio como quizá debió hacer sino a un vaticano en minúscula. Y se quedó allí, no para vigilar sino porque ya no sabría moverse en otro ambiente.

 

El sucesor fue el argentino. Él si leyó el informe completo. Supo desde el principio donde se metía. Cuando salió al balcón, se puso de rolillas y pidió perdón al pueblo cristiano. Ya llevaba la decisión de abandonar el Palacio.

 

Los palacios del Vaticano no deberían ser ya nunca más habitados por un sucesor de Pedro. Son muchos siglos de errores, crimenes, canalladas y putas las que lo poblaron. El Vaticano nunca fue símbolo ni imagen del reino de Dios que anunciaba Jesús.

 

La teología de Ratzinger está dominada por la escolástica, una especie de conceptualismo griego con abundancia de citas bíblicas. Pero su cristianismo no parece ser producto del evangelio. Su profesión fue siempre la de buscar errores en los conceptos dogmáticos, vigilar la Verdad que se suponía ya integramente encontrada.

 

Esta vendaval intenso de evangelio al que nos ha sometido Bergoglio ha desencuadernado a cardenales instalados, a rancias facultades eclesiásticas, a conferencias episcopales a las que no movió ni conmovió una guerra civil, a un clero muy empobrecido ideologicamente. Alicia Delibes escribió un artículo para un periódico digital cuyo dueño no se cansa de condenar en su emisora al Papa Francisco. Aunque dentro de la enciclopédica sabiduría que intenta exibir el tal Federico diariamente, la teología no aparece con una miníma profundidad.

 

Según mi información y mi opinión, Bergoglio al convertirse en Francisco sufrió una profunda conversión. Por supuesto que yo creo que una persona puede sufrir una conversión. Todo cristiano es víctima de una conversión. Esto es lo que ocurrió por ejemplo con el obispo Moseñor Oscar Romero. ¡Y tantos de miles más! Creo que quien no entienda esto, no podrá entender el itinerario vital del Provincial jesuita, el Cardenal Bergoglio y el Papa Francisco.

 

Luis Alemán Mur