Santa María Madre de Dios

 

Lucas 2,16-21:
En aquel tiempo, los pastores fueron corriendo hacia Belén y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que se les había dicho de aquel niño.
Todos los que lo oían se admiraban de lo que les habían dicho los pastores. María, por su parte, conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón.
Y se volvieron los pastores dando gloria y alabanza a Dios por todo lo que habían oído y visto, conforme a lo que se les había dicho.
Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción.

Palabra del Señor

“los pastores fueron corriendo hacia Belén y encontraron a María y a José”

“María, por su parte, conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón”.

“Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción”

 

Perdonen la referencia personal. En mi casa somos muy amantes de la tradición española de los “belenes”. Uno en la entrada, otro en el salón. Mi hijo lo ha heredado y en su casa ocurre algo igual: pastores, ángeles, el borriquito y la vaquita. Los reyes magos y las estrellas.

 

Hoy, los estudios bíblicos nos demuestran que todo es poesía y teología. Así como antes, pensábamos que el sol daba vueltas sobre la tierra. Y condenaron a Galileo por negarlo. Aunque el Sol y la Tierra siguen ahí. Nadie ha podido con ellos, por ahora. De forma parecida, los estudios y el conocimiento nos hacen (nos han hecho) ya ver que ni en Belén, ni pastores, ni coros de ángeles, ni estrellas. Sólo nos queda la seguridad de que aquel Jesús que habló y fue condenado en Jerusalén, nació seguro que en Nazaret (el nazareno)

 

La fe nos conduce hasta el Dios de los cristianos que lo levantó de la tumba, se lo llevó junto a Él y lo sentó a su derecha.

La fe nos da la certeza de que volverá al final de los tiempos. Como Rey y Señor. Pero esto todo es fe. Fe por la que y con la que mueren los hombres y que a muchos nos hace vivir.

 

¡Ojalá el avance en el conocimiento no disminuya nuestra fe!

 

 

Luis Alemán Mur