Salmo 127,1-2.3.4-5.6

R/. Que el Señor nos bendiga todos los días de nuestra vida

Dichoso el que teme al Señor
y sigue sus caminos.
Comerás del fruto de tu trabajo,
serás dichoso, te irá bien.

Tu mujer, como parra fecunda,
en medio de tu casa;
tus hijos, como renuevos de olivo,
alrededor de tu mesa.

Ésta es la bendición del hombre que teme al Señor.
Que el Señor te bendiga desde Sión,
que veas la prosperidad de Jerusalén
todos los días de tu vida

Que veas a los hijos de tus hijos.
¡Paz a Israel! R/.

 

“Que el Señor nos bendiga todos los días de nuestra vida”

Ojalá fuera esta una oración diaria 

“Que veas a los hijos de tus hijos”. 

Ojalá nos conceda Dios ser fructíferos, y poder alimentar a nuestra familia.

Las familias son como un mundo en pequeño

Que el Señor nos bendiga todos los días de nuestra vida. En todas las familias cristianas debería rezarse todos los días, al menos esta oración. O antes de comer o antes de dormir.

Luis Alemán Mur