Frase evangélica: «La Palabra era Dios». Juan 1,1-18

Tema de predicación: LA PALABRA ENCARNADA

1. El prólogo de san Juan es como un prefacio solemne del evangelio en el que aparece Jesús como vida, luz, verdad y gloria de Dios, en contraste con la muerte, oscuridad, mentira y falsedad del sistema diabólico, vigente a menudo en este mundo. «En el principio» quiere decir que para Dios no transcurre el tiempo. Juan redacta un nuevo Génesis: se propone describir la nueva creación. Este prólogo es, asimismo, profesión de fe de la Iglesia.

2. Jesús es el Hijo que ha salido de Dios, es el Verbo (palabra eficaz y sabiduría creadora) en sus relaciones con Dios, con la creación, con las criaturas. Por ser luz de los seres humanos, hace a éstos capaces de ser hijos e hijas de Dios. Dios es Padre porque engendra a su Hijo de sí mismo y en sí mismo. «Verbo de Dios» quiere decir «expresión total de Dios»: el Hijo no es inferior en nada al Padre. La misión de la palabra de Dios es comunicar la vida.

3. La palabra de Dios no queda encerrada en sí misma, sino que acampa en la tienda de reunión de la humanidad itinerante, débil y pecadora. En sentido propio, el Verbo encarnado es Emmanuel. El evangelista Juan lo presenta como el Tabernáculo, el Templo. Al ser operativa la presencia de Dios en el pueblo, el Verbo de Dios es mediador de la nueva alianza, alianza de gracia y de verdad.

REFLEXIÓN CRISTIANA:

¿Creemos que Dios habita entre nosotros?

¿Qué valor concedemos a la palabra de Dios?

Casiano Floristan