DIOS “EL TOTALMENTE OTRO”

¿Y si Dios no hace falta para entender el Universo?

¿Y si Dios no hace falta para saber qué es la bondad o la maldad?

¿Y si Dios no ha promulgado ningún mandamiento?

¿Puede existir un Dios que no hace falta?

¿Se puede tener fe en un Dios que no hace falta?

¿Y si Dios solo hace falta para resucitar?

Stephen Hawking tiene la fuerza de no dejarnos nunca descansar. De tanto merodear por el ateísmo, ahora se hunde en él de forma rotunda:No hay ningún Dios. Soy ateo.
Creo que sí, conseguiremos entender el origen y la estructura del Universo”.

En consecuencia, para el sabio no hace falta para nada la idea de Dios.

Hawking buscaba la Teoría del Todo para comprender si hay aspectos de la realidad que nunca podría comprender la mente humana. Con una profunda fe en la ciencia para dominar los misterios del cosmos ha llegado a la certeza de que “ahora mismo ya estamos cerca de lograr este objetivo. En mi opinión, no hay ningún aspecto de la realidad fuera del alcance de la mente humana”.

Pablo Jáuregui le recuerda que él escribió que “si algún día lográramos esa «Teoría del Todo», conoceríamos «la mente de Dios”.
Pero luego afirmó que el Universo puede crearse «de la nada, por generación espontánea», y que la idea de Dios «no es necesaria» para explicar su origen. Le pregunta, ante esta aparente contradicción, si cambió su opinión en este terreno, y si se considera agnóstico o ateo.

Su rotunda respuesta deja muy claro que aunque muchos han llegado a calificar como «un milagro» el hecho de que Hawking siga vivo, medio siglo después de que se le diagnosticara una enfermedad cuya esperanza de vida suele ser de un par de años, el astrofísico rechaza de plano todas las creencias religiosas:

«En el pasado, antes de que entendiéramos la ciencia, era lógico creer que Dios creó el Universo. Pero ahora la ciencia ofrece una explicación más convincente. Lo que quise decir cuando dije que conoceríamos ‘la mente de Dios’ era que comprenderíamos todo lo que Dios sería capaz de comprender si acaso existiera. Pero no hay ningún Dios. Soy ateo. La religión cree en los milagros, pero éstos no son compatibles con la ciencia».

¿Es compatible la postura de Stephen Hawking y mi fe? En último término prefiero la fe heredada de mis Padres. Creo que la fe heredada de mis Padres tiene un valor de historia añadido que la fortifica. Aunque me niego cargar como un fardo muerto. A ellos les dio vida y esperanza, aunque quizá también oscuridad. Yo no busco luz, sí vida hasta que me muera. Fe en un Ser del que no sabemos absolutamente nada. El Ser de nuestra fe personal y colectiva, me temo sea un Ser envejecido, construido con creencias, religiones y perezas. Lo hemos hecho ininteligible, y a veces intragable. Un Ser manoseado, empequeñecido a nuestra medida.

Al escoger a Jesús de Nazaret, como camino, olvido libros de Teodicea, no me importa cómo surgió el Universo. Y (¡juro por la fe de mis Padres!) desearía irme a barrer los centros de salud de esa Africa en los que el Ébola destroza a los hermanos.

Luis Alemán Mur